Seguramente empezarán esta noche. Pero sin duda
mañana será el día.
Grandes multitudes acudirán, como en peregrinación, a los pubs irlandeses (muchos de ellos en el Microcentro, pero no sólo
allí) para tomar cerveza, tomar cerveza y tomar cerveza. ¿Por qué? Porque es el
Día de San Patricio.
No tengo nada en contra de la cerveza (¡faltaba más!), pero quizás sea una pena
que destaque más que el trébol de san Patricio.
Fenómenos como éste son frecuentes en
las fiestas que tienen algún origen religioso. Hoy parece que lo más
importante de la Navidad son los aspectos gastronómicos: turrón, pan dulce,
etc.
Tampoco las fiestas civiles se salvan: cuántos están interesados en el aniversario
de la independencia sólo porque es un día en el que no se trabaja (el interés es
mayor si contribuye a que haya un fin de semana más largo).
La celebración del santo patrono de Irlanda se extendió por todo el mundo mucho
antes de que empezara la famosa globalización. Millones de irlandeses (sin
exagerar) tuvieron que deajr su tierra y fueron a los Estados Unidos, Gran
Bretaña, Australia, Canadá, Argentina y un largo etcétera, y en esos lugares comenzaron
a celebrar ese día por todo lo alto.
Entre los países que no son de habla inglesa, la Argentina fue el que recibió
más inmigración de Irlanda, sobre todo a mediados del siglo XIX. Si bien no hay
cifras seguras, algunos dicen que unos 400.000 argentinos somos (aunque no
parezca) descendientes de irlandeses.
Los hiberno-argentinos estamos muy orgullosos de nuestra ascendencia irlandesa y nos gusta mantener vivo el recuerdo de la tierra de nuestros ancestros. (Lástima que el gobierno irlandés no nos incluya entre los países a los que enviará un representante para los festejos locales.)
Algunos irán a Luján
para celebrar el Día de San Patricio: habrá Misa en la basílica, luego un asado
y finalmente un sabroso té, mientras músicos y grupos de baile amenizarán la
reunión con ritmos irlandeses: una mezcla cultural muy frecuente en estas
latitudes.
El paso del tiempo ha cambiado las cosas, pero durante más o menos un siglo los
hiberno-argentinos conservaron el idioma inglés como lengua materna. En efecto,
muchos vivían parcialmente aislados en zonas rurales, iban como pupilos a
colegios de la comunidad y solían casarse entre ellos.
Los datos genealógicos de la comunidad los compiló Eduardo Coghlan en Los irlandeses en la Argentina: Su actuación
y descendencia (Buenos Aires, s.n., 1987). Mucho antes, hace casi un siglo
Thomas Murray contó su versión sobre los inmigrantes irlandeses en The Story of the Irish in Argentina (New
York, P. J. Kennedy & Sons, 1919); en estos días saldrá la reedición
conjunta hecha por Ediciones Corregidor y Cork University Press.
En el campo, los descendientes de irlandeses contribuyeron a la expansión
territorial de la ganadería y la agricultura. Cuando vinieron a las ciudades,
el manejo del inglés los ayudó a ingresar en el mundo laboral, sobre todo en
empresas británicas o norteamericanas, desde donde aportaron lo suyo al progreso del
país. En cuanto a las jóvenes de ascendencia irlandesa, si en una época
trabajaron como niñeras e institutrices gracias al manejo del idioma, luego
también se dedicaron a la enseñanza del inglés. En general, los descendientes de irlandeses han estado presentes en todos los campos laborales, incluso en la traducción; el escritor Rodolfo Walsh, por ejemplo, también fue traductor.
El Día de San Patricio es un buen momento para reconocer el aporte de estos
inmigrantes y de sus descendientes al progreso del país. Y también para
celebrarlo, por ejemplo con una buena cerveza. Slàinte! Cheers! ¡Salud!
Algunos sitios:
Sitio oficial de la Fiesta de San Patricio en Irlanda
The Southern Cross, el periódico de
la comunidad irlandesa de Argentina
San Patricio 2012, la programación de las distintas celebraciones locales (en especial en pubs)